Estamos bombardeados por “bichos”, (ya sean bacterias, larvas, mosquitos, moscas o parásitos), que contaminan nuestros alimentos y hábitat humanos.
Lograr un ambiente saludable en los lugares donde vivimos es un gran desafío .
La Universidad Nacional de Misiones (UnaM) desarrolló un sistema de producción de repelentes de elaboración propia. Son de distribución gratuita entre la comunidad universitaria y la red de centros asistenciales de Salud Pública.
Tiene el objetivo de prevenir la epidemia del dengue. El ingrediente activo utilizado en el repelente es el más eficaz contra el Aedes aegypti y el más utilizado mundialmente como repelente de insectos chupadores.
Se trata de la N,N-dietil-meta-toluamida (dietiltoluamida o DEET), que en forma pura es un líquido incoloro o ligeramente amarillento con leve olor aromático.
El proyecto, “Desarrollo y producción de repelente para mosquitos”, del Programa de Prevención para Enfermedades Emergentes y Regionales, pertenece a un Convenio Específico suscripto entre la UNaM, el Servicio Médico Asistencial UNaM (SMAUNaM) y el ministerio de Salud de la provincia de Misiones a través de su Laboratorio de Especialidades Medicinales (LEMis).
“La idea del proyecto surge a partir de la epidemia de dengue que afecta a alrededor de 15 provincias argentinas, siendo Misiones la más afectada”, señaló Mercedes Stein, docente de la UNaM y directora técnica del LEMis.
Según el Boletín Integrado de Vigilancia del ministerio de Salud Pública de la Nación, publicado recientemente, en Misiones hay 17.450 casos de dengue confirmados en este año, mientras que en todo el país el número llega a 30.415 (entre autóctonos e importados). En tanto, los pacientes que contrajeron el virus son 9.850.
Stein detalló que el desarrollo del repelente, los métodos de elaboración y control, la infraestructura (equipos, salas de trabajo) y todo el proceso productivo fue llevado a cabo en LEMis, con sus profesionales, técnicos y recursos humanos, algunos de los cuales también son integrantes del plantel de docentes e investigadores de la UNaM.
“LEMis tiene una larga trayectoria en el desarrollo de especialidades destinadas a la salud humana, y entre sus productos se incluyen formas líquidas de uso tópico, lo cual facilitó la incorporación de este nuevo producto en sus líneas productivas”, describió la especialista.
“DEET es el ingrediente activo de productos extensamente usados a nivel mundial para repeler (y no para matar) insectos que pican (mosquitos) y ectoparásitos hematófagos como las garrapatas”, explicó Stein.
Stein informó que el DEET “es un producto eficaz y de muy bajo riesgo de uso. Los efectos sobre la salud por exposición a DEET dependen de la dosis, la duración y el tipo de exposición, la presencia de otras sustancias químicas a las que la persona está expuesta, su edad, sexo, dieta, características personales, estilo de vida y condición de salud, entre otras características”.
Los repelentes en base a DEET varían en cuanto a su concentración y formas de presentación. Un producto con DEET al 10% protege durante dos a tres horas aproximadamente; al 25%, la protección es de cinco a seis horas en promedio.
Por otra parte, en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), se realizó un “desayuno científico” en agosto del año pasado, donde participaron estudiantes secundarios.
Los científicos compartieron junto estudiantes de la Escuela Secundaria Agraria (ESA) Nº1 de Berazategui.
La modalidad forma parte de las actividades de comunicación pública de las ciencias que se realizan en la UNQ y también se encuadra en el proyecto “La universidad y la escuela secundaria”, apoyado por la Secretaría de Políticas Universitarias.
En el mismo, investigadores del Laboratorio de Microbiología Molecular presentaron un biolarvicida.
Se trata de un producto hecho con proteínas de bacterias que eliminan las larvas de las moscas domésticas, causando una plaga en la industria avícola.
Utilizaron el bacillus thuringiensis var israelensis, una bacteria conocida como “guerrera” por combatir a las larvas de mosquitos.
El trabajo consistió en obtener un aditivo para alimento para aves de corral con la capacidad de eliminar las larvas de mosca doméstica.
Con este producto las gallinas ingieren el biolarvicida (que es inocuo para ellas y para los humanos) y lo eliminan a través del excremento donde se crian las larvas de las moscas domésticas, eliminándolas.
La investigación (tesis de grado de Florencia Pedrozo, dirigida por Paulo Maffía y co-dirigida por Danay Valdes La Hens) duró dos años y culminó con la realización de un lote de alimento balanceado conteniendo el principio activo.
“El principal atractivo de este biolarvicida es, además de sus costos, que puede reemplazar a los insecticidas químicos que generan problemas para la salud y el medio ambiente”, aclaró la investigadora.
Y como los parásitos no solo afectan a los humanos...
En la Universidad Nacional del Litoral (UNL) estudian el aceite esencial de aguaribay, Schinus molle L, para tratamientos en medicina veterinaria.
El producto obtenido es ecológico y no causa contaminación ambiental.
Tiene aplicación sobre las garrapatas (Rhipicephalus microplus) que afectan al ganado bovino.
En el proyecto trabajan investigadores de los Departamentos de Ingeniería Química y de Industria y Gestión Ambiental, de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL, quienes anteriormente elaboraron productos naturales para el control de Varroa, un parásito de las abejas, y para la Mosca de los Cuernos, un parásito del ganado bovino.
“Los aceites esenciales están formados por una mezcla de componentes volátiles, que se obtienen a partir de un vegetal que les confiere aroma, sabor y color característicos” explicó María Silvia Guala, integrante del equipo.
“Se obtienen habitualmente por extracción con vapor de agua o solventes y también mediante operaciones mecánicas, según cuál sea su origen. En este caso, se utilizó aceite esencial de aguaribay (Schinus molle L.), que es un árbol autóctono de la región del Litoral”, destacó la investigadora.
La especie arbórea pertenece a la familia Anacardiaceae y puede llegar a medir hasta 15 metros de alto y 30 cm diámetro.
Es longeva, tolerante a la sequía y a las altas temperaturas. Ha sido ampliamente empleada por la medicina tradicional. Su corteza y resina presentan atributos con propiedades tónicas y cicatrizantes; la infusión obtenida de sus hojas es analgésica, cicatrizante y antiinflamatoria de uso externo.
Gustavo Pérez, dirige el grupo interdisciplinario formado por Guala, Lapissonde, Hugo Flores, Lorena Barducco, Heriberto Elder y José Bértoli.
Matías Lapissonde, destacó que en el ganado bovino existen dos grandes grupos de parásitos: los endo y los ectoparásitos. “El primer grupo desarrolla su vida o parte de ella dentro del animal. Ejemplos comunes son los gusanos del cuajo, los del intestino, los vermes pulmonares. Los ectoparásitos viven fuera del animal, sobre su piel. Son ejemplos los piojos, las moscas de los cuernos, las garrapatas y la sarna, entre otros”, diferenció.
“El uso de productos sintéticos generó una serie de inconvenientes. Podemos mencionar la contaminación del ambiente, los problemas en la salud de las personas que los aplican y la generación de poblaciones de parásitos resistentes debido a su uso reiterado. Es por ello que aparece la necesidad de implementar nuevas estrategias por medio de otros productos que no dejen residuos o que sean auto-degradables”, explica Pérez.
Elder expresó que “No hay en el mercado productos de estas características. La aplicación sobre los animales durante el período de mayor actividad de los ácaros debe ser semanal, ya que, al igual que los sintéticos, la lluvia o rocío los diluye rápidamente”.
“Respecto de la provisión de material vegetal, se dispone de viveros que producen esta especie. Lo único que faltaría es el desarrollo de cultivos a
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