jueves, 20 de julio de 2017

SINDROME UREMICO HEMOLITICO (SUH)

AVANCE CONTRA EL” MAL DE LAS HAMBURGUESAS CRUDAS” 

Esta intoxicación alimentaria afecta principalmente a niños que tienen de 1 a 5 años. 
Es una grave patología provocada por la bacteria Escherichia coli, variedad enterohemorrágica (EHEC).  

Aun se desconoce una vacuna o terapia efectiva para tratarla. 
Muchos pacientes deben seguir en diálisis hasta acceder a un trasplante renal. 
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestro país presenta la mayor  tasa de incidencia mundial de SUH en niños menores de 5 años. 

Científicos del Instituto Leloir y del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires (IIBBA)-CONICET, y con el apoyo del Ministerio de Salud de la Nación, comenzarán este año la primera fase de los ensayos clínicos del medicamento que desarrollaron. El fármaco anula la toxina de la bacteria que produce el temido mal. 

Las pruebas clínicas se desarrollarán en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Cuentan con el impulso y apoyo de la empresa de biotecnología Inmunova y la Fundación Mundo Sano. 
Linus Spatz, director general de Inmunova, Fernando Goldbaum, director del proyecto, Dan Kaplan presidente de Inmunova , Santiago Sanguineti, gerente del proyecto, junto al equipo de científicos de Inmunova

El conjunto de investigadores desarrolló un suero de alta potencia con anticuerpos que neutralizan la toxina de la bacteria y que podrían ser útiles para evitar la enfermedad.  

Fernando Goldbaum
“Los resultados que obtuvimos en el laboratorio son tan alentadores que, a fin de comprobar su eficacia y su seguridad, este año comenzará la primera fase de ensayos clínicos en voluntarios adultos en el Hospital Italiano de Buenos Aires”, afirmó el director del proyecto científico, el doctor Fernando Goldbaum. El investigador es uno de los fundadores de la empresa de biotecnología argentina Inmunova y jefe del Laboratorio IIBBA-CONICET. 

Si los  resultados de los ensayos clínicos son positivos, el tratamiento podría aprobarse en nuestro país en 2020. El proyecto, impulsado por Inmunova y por la Fundación Mundo Sano, cuenta con un subsidio del Ministerio de Salud de la Nación. 

El síndrome urémico hemolítico puede prevenirse a través de la cocción correcta de los alimentos y de medidas de higiene, ya que la bacteria se encuentra muy difundida, especialmente en la materia fecal. 

Cuando no es eliminada,  la E.coli  ingresa al organismo y su toxina Shiga daña a los glóbulos rojos y a los riñones. El origen principal de los brotes son los productos de carne picada cruda o poco cocida, pero también la leche sin pasteurizar, y las frutas y verduras mal lavadas o mal cocidas. 

El nuevo medicamento “anti Shiga”, generado por la empresa Inmunova, y que se enmarca bajo el Programa “Apoyo a la innovación” de la ANMAT, es un antisuero, similar a los tratamientos que se utilizan contra las picaduras de serpientes y alacranes, y actúa neutralizando la toxina Shiga. 

Alrededor de 500 niños desarrollan la enfermedad cada año con potencial riesgo para su vida.  El 20 % de los trasplantes de riñón en niños y adolescentes son debidos al SUH. 

Canadá, Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, y Japón registran asimismo brotes periódicos de la enfermedad. 

Las gestiones para realizar este proyecto se pusieron en marcha en 2013. 

Si bien existen antecedentes de grupos de investigación de distintas partes del mundo que buscaron desarrollar anticuerpos con alta capacidad neutralizante contra la toxina Shiga, hasta el momento no se habían podido obtener resultados satisfactorios, debido a la inestabilidad de la misma. 

Los especialistas de Inmunova lograron estabilizar y presentar correctamente la toxina al sistema inmune, mediante el diseño novedoso de una combinación de dos proteínas. 

“Este tipo de sueros son muy utilizados en el mundo y tienen un perfil de seguridad y eficacia muy bueno, como lo demuestra uno producido de manera similar en EE.UU. para el tratamiento del botulismo”, aclara el director general de Inmunova, Linus Spatz,  


“Logramos generar un antisuero de alta potencia con anticuerpos terapéuticos capaces de reconocer y bloquear las diferentes variantes de las toxinas que produce el Síndrome Urémico Hemolítico”, explicó Goldbaum quien es además, investigador superior del CONICET. 

En un primer paso, Goldbaum y su equipo diseñaron una terapia experimental que protege la salud de ratones ante la presencia de la toxina del síndrome urémico hemolítico. La siguiente fase será probar su eficacia mediante la realización de ensayos clínicos en voluntarios adultos en la Sección Farmacología Clínica del Hospital Italiano. 

Cuando los chicos llegan a un hospital con síntomas de intoxicación, los diagnósticos para detectar el síndrome son lentos. “Duran de 3 a 4 días. Ante la mínima sospecha, el tratamiento que pensamos crear podría aplicarse en este lapso a fin de prevenir el desarrollo de la enfermedad”, afirmó Goldbaum. 



El anuncio de estos avances se hizo el jueves 6 de julio pasado en el simposio satélite “STEC y SUH: un nuevo enfoque diagnóstico y terapéutico”, en el marco del IX Congreso Argentino de Zoonosis y II Congreso Internacional de Zoonosis organizado por la Asociación Argentina de Zoonosis, Mundo Sano e Inmunova. 

Instituto Leloir- Julio 2017

jueves, 13 de julio de 2017

LLUVIA DE ESTRELLAS

LUCES EN  EL CIELO FUEGUINO 

Las “estrellas fugaces” conforman uno de los fenómenos más extraños y cautivantes del cielo nocturno. 

Sus trazas luminosas y brillantes observadas en una noche oscura y despejada nos hacen creer que caen desde el cielo. 

El radar de meteoros instalado en la Estación Astronómica de la Universidad Nacional de La Plata en Rio Grande, Tierra del Fuego (EARG),  logró observar desde 2010, cincuenta y ocho lluvias de meteoros de distintas intensidades, 34 de las cuales son nuevas, es decir, nunca fueron antes observadas. 

Una lluvia de meteoros puede ser de dos formas. Una “esporádica”, y otra “agrupada”. 

Las primeras se conocen como “atmósfera”, que es la estela de materia incandescente que deja tras de si un meteoroide al caer. También son llamados “meteoros esporádicos”. 

A las segundas, suelen llamarlas “lluvia de meteoros” o en su versión algo más incorrecta pero más común y romántica, “lluvia de estrellas”. Proceden desde un mismo punto en el cielo en noches consecutivas.  

“Los resultados obtenidos en Río Grande han sido muy promisorios; es un número de gran significación ya que la lista oficial de la Unión Astronómica Internacional reúne 112 lluvias confirmadas y otras 500, aproximadamente, en espera de confirmación”, comenta el jefe del Observatorio, José Luis Hormaechea. 

El estudio de cometas y asteroides es posible gracias a la importancia que reviste el hallazgo y la investigación de las lluvias de meteoros. 

Como son fragmentos de sus cuerpos progenitores, las partículas estudiadas ayudan a comprender su origen y evolución. 

Si las lluvias son nuevas, sirven indirectamente para analizar de donde provienen. El estudio de las lluvias es objeto de estudio y modelado permanente. 

Las nuevas lluvias descubiertas desde la EARG ya forman parte de la lista de trabajo de la Unión Astronómica Internacional (IAU) y constituyen, consecuentemente, un hallazgo científico de enorme trascendencia a nivel global. 

La Estación Astronómica Río Grande cuenta con un radar de meteoros desde 2008, que fue instalado en colaboración con instituciones del exterior. 

El instrumento registra los meteoros que ingresan a velocidades de entre 20 y 70 km/segundo, en un radio de 500 km de la ciudad de Río Grande.

Aproximadamente, quince mil detecciones por día dan idea de la cantidad de material extraterrestre que permanentemente ingresa a nuestra atmósfera. 

El radar fue complementado desde 2010, con estaciones remotas que permiten mejorar la determinación de órbitas de los meteoroides (fragmentos de cometas,  asteroides, rocas o planetas, eyectadas por impactos, o restos de la formación del sistema solar) que ingresan a la atmósfera terrestre. 

Por su alta sensibilidad y su capacidad de detección durante las 24 horas del día, permite la observación de meteoros tanto esporádicos como de lluvias, con masas tan pequeñas como de un gramo o menos. 

Son calculadas unas dos mil órbitas diarias, a partir de las detecciones comunes entre el instrumento central, situado en la Estación Astronómica y las estaciones remotas. 

Como se obtiene una gran cantidad de datos, superando los dos millones de órbitas (inédito para el Hemisferio Sur) se aplican algoritmos matemáticos para poder individualizar las lluvias de meteoros. La búsqueda manual sería poco efectiva y casi imposible de realizar. 

Río Grande está en una situación privilegiada para la investigación astronómica. En la franja de 55 grados de latitud sur, no existen continentes. Esta característica permite la formación y circulación de importantes corrientes de aire, vientos, que recorren el planeta a esta latitud. 

Gracias a los meteoros que ingresan a la atmósfera y al detector que funciona en la EARG, estos fuertes vientos a más de 80 km de altura y sus variaciones diarias y estacionales pueden ser medidos. 



Las estaciones remotas están ubicadas a 14 km al Norte de Río Grande, la primera, y a 7 km al Oeste, la segunda. 

La EARG contribuye activamente a la lista de la IAU con 34 nuevas lluvias, remarca Hormaechea.  Y agrega: “entre éstas se destacan las Octántidas, las Rho Fenícidas y las Psi Fenícidas, con duraciones de 20, 10 y 23 días respectivamente, y órbitas de gran inclinación, muy probablemente producto de actividad de cometas tipo Halley; o el complejo de ocho lluvias denominado Púpidas-Píxidas, con una duración conjunta de 40 días, órbitas de gran inclinación, 67 grados, bajas excentricidades y semieje mayor cercano a 150 millones de kilómetros, la distancia de la Tierra al Sol. Sería la contraparte austral de un complejo similar en el Hemisferio Norte, descubierto desde Canadá hace algunos años”. 

“No todas son firmes candidatas a ser confirmadas pues algunas apenas han satisfecho los criterios de búsqueda. Por ejemplo, las Beta Aquílidas, cuyo radiante está en el hemisferio norte celeste y que, extrañamente, no fue registrada por otros observatorios. Se le estimó una duración de ocho días y si se confirmara, a pesar de las dudas, su cuerpo progenitor podría ser un asteroide del grupo cercano a la Tierra. Así y todo, no deja de ser interesante”, aclara el investigador. 

Las lluvias se nombran según la constelación en la que está ubicada el radiante, por ejemplo, las Oriónidas. Adicionalmente, una letra griega indica la estrella brillante más cercana al punto desde el cual parecen surgir, como en Alpha Capricórnidas. 

En la primera semana mayo las Eta Aquáridas se hizo presente.
El cuerpo progenitor de esta lluvia es el cometa Halley, como en las Oriónidas. Ambas fueron detectadas desde Río Grande, estimándose para las Eta Aquáridas, una duración de 28 días y una velocidad típica respecto de la Tierra de 64 km/segundo. 

En el siglo XIX recién pudo establecerse que este fenómeno se producía dentro de la atmósfera, entre 80 y 110 km, pero que los meteoros provenían del espacio exterior, fuera de la Tierra. En el transcurso de ese siglo también se determinó que los meteoros de una misma lluvia compartían una órbita común y que, además, podrían estar relacionados con los cometas. 

Hacia fines del siglo XIX estaba establecido que los cuerpos progenitores de algunas lluvias de meteoros conocidas eran cometas periódicos.

Desde entonces, numerosas lluvias fueron observadas y muchos cuerpos progenitores, en general cometas, fueron relacionados con las mismas. 

El origen de las lluvias está en la continua disgregación, por diferentes mecanismos, de cometas y asteroides a medida que viajan por el sistema solar quedando, en principio, estos restos compartiendo órbita con el cuerpo progenitor. Cuando la Tierra cruza la órbita de alguno de estos cuerpos progenitores se produce una lluvia de meteoros, que puede duras horas, días o meses. 

UNLP- EARG - Julio de 2017

jueves, 6 de julio de 2017

COMECHINGONES

NUEVA PROVINCIA “BIOGREOGRÁFICA” 

Una provincia biogeográfica es la zona geográfica que presenta unidad en cuanto a la historia evolutiva de las especies que habitan en él, considerando  las relaciones entre ellas y todo su entorno. 

Biólogos la Universidad Nacional de Río Cuarto, determinaron la conformación de una nueva provincia biogeográfica. Es exclusiva y única de la región central de Argentina.  La denominaron provincia Comechingones y resulta una “isla biogeográfica” inmersa en un “mar” chaqueño. 

Las investigaciones realizadas por los biólogos del Departamento de Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), Marcelo Arana, Antonia Oggero, Evangelina Natale y Gonzalo Martínez, determinaron la existencia de una nueva provincia biogeográfica con especies propias, cuya historia geobiótica conforma un espacio único en el territorio nacional. 

Los estudios revelan la distribución de organismos en el paso del tiempo. Permiten conocer la estrecha relación que guardan con el ecosistema que habitan. 

La importancia fundamental radica en proporcionar información de cómo y por qué se produce la distribución de los organismos a través de millones años, además de conocer la estrecha relación que guardan éstos con su ambiente ecológico. 

Así, “podemos documentar de forma eficiente los patrones de la biodiversidad y emplearlos para tomar acciones en la conservación, preservación y uso sustentable de los ambientes naturales”, indica el biólogo Arana. 

Si bien “hay una necesidad imperiosa de proteger las especies en peligro, los recursos dedicados a la conservación son limitados y deben estar enfocados, en parte, al reconocimiento y protección de las áreas vulnerables de alto valor biológico, tanto por su riqueza de especies como por las historias evolutivas implicadas”, aclara la doctora Oggero. 

a) Vista aérea hacia el sur de la escarpa de Comechingones y 
la pampa de altura. b) Vista hacia el noroeste de la pampa de altura y 
la escarpa de Comechingones. c) Cárcava en la pampa de altura. 
d) Depósitos cuaternarios y basamento cristalino 
aflorando en el lecho 
“Proteger un espacio geográfico físico, rico y complejo en especies, en el que habiten tanto taxones endémicos como de distribución más amplia, garantiza preservar las condiciones en las que las especies se desenvuelven. Si estos ambientes de la provincia Comechingones desaparecen, se llevará a la extinción un ambiente único en el planeta”, señala Natale. 

“La biogeografía estudia la distribución de los organismos en el tiempo y en el espacio, integrando de esta forma las interacciones antes nombradas, y proporciona información de cómo y por qué se produce la distribución de los organismos a través de millones de años, además de conocer la estrecha relación que guardan éstos con su ambiente”, informan los investigadores


Estos procesos evolutivos producirían como resultado el hecho de que las especies no estén distribuidas al azar, sino que las biotas tengan límites más o menos reconocibles que se repiten para varias especies lejanamente emparentados. Este esquema se refleja en un sistema de regionalización con categorías ordenadas en forma jerárquica, de las cuales las unidades elementales y más reconocidas son las provincias biogeográficas”, explican los biólogos de la UNRC. 

En el territorio argentino se han realizado varios estudios que tuvieron como objetivo lograr sistemas de regionalización para los ambientes involucrados. Se pueden citar las ecorregiones de Argentina desarrolladas en 1999, donde se considera 18 ecorregiones formadas por áreas que comparten rasgos de su geomorfología, hidrología, suelos, comunidades vegetales y clima. 

"Tabaquillo"
En la región central argentina, en las Sierras Pampeanas a partir de los 1000 metros de altitud, se presentan los pastizales de altura y bosquecillos de altura de donde predominaba Tabaquillos (Polylepis australis Bitter), que existe solamente en los lugares protegidos, valles, quebradas y cajones que interrumpen o surcan las pendientes serranas. 

Las faldas que separan entre si a estos lugares, más expuestas a las inclemencias atmosféricas, hospedan una flora conformada principalmente por “pastos” de hasta 1 metro de altura, la que se presenta en forma de estepa herbácea. Estos ambientes estaban tradicionalmente englobados dentro de la ecorregión del Chaco Seco, junto con las demás formaciones vegetales serranas, el arbustal y el bosque. 

Otro sistema de clasificación divide al territorio nacional en ecorregiones y complejos ecosistémicos de Argentina. “Toma en cuenta los macrocomponentes biofísicos del territorio y se estudian pautas repetitivas del paisaje a varios niveles de escala, destacando las características sistémicas de un territorio como conjunto de componentes interdependientes”, informa el doctor Arana. 

Para los ambientes de Córdoba, los mismos se agruparon en “regiones naturales de la provincia de Córdoba”, donde se tuvo como objetivo regionalizar el territorio de la provincia desde el punto de vista ambiental. Las capas de información fueron mapas geomorfológicos, de vegetación, de clima, de suelos y de población humana. 
La sectorización territorial apuntó a la segregación por similitud global de unidades. 

“Esta similitud entre partes (por ejemplo vegetación, suelo, clima, etc) por sí sola, no implica necesariamente naturalidad, sino que más bien la naturalidad de un área biogeográfica estaría dada por un origen geobiótico común, por lo tanto: una historia evolutiva en común”, apunta la doctora Natale. 

Los estudios previos llevados a cabo por los biólogos, establecieron la presencia de una flora, especialmente de licofitas y helechos, que ofrece relaciones conspicuas con la vegetación andina y magallánica. 

“Esta vegetación no estaría incluida dentro del Chaco Serrano si no que se encontraría más vinculada a taxones con una distribución andina y de alta montaña característica de otras regiones, por lo tanto el piso más alto de las sierras pampeanas sería una reliquia de tiempos más húmedos y representan “islas biogeográficas” más afines a los ambientes andinos, tanto de las Yungas como a los Magallánicos, que a los chaqueños”, agrega el licenciado Gonzalo Martinez. 

Se complementaron estudios de otros grupos de plantas y animales vertebrados, demostrando que existe una flora y fauna endémicas de los pastizales de Córdoba - San Luis.  

La existencia de barreras biológicas y geográficas para estos ambientes, que como consecuencia de la evolución, restringen la dispersión de las poblaciones de diversas especies existentes dentro de esta área. A pesar de estar compuestas por especies lejanamente emparentadas, son afectadas por las mismas interacciones ecológicas, por lo que su evolución es el resultado de los mismos procesos. 

Las relaciones biogeográficas entre los pastizales de altura de las sierras Pampeanas de Córdoba y San Luis, y las provincias biogeográficas de la región Andina, como Puna, Prepuna, Patagonia subandina y Patagonia central,  indica que estas áreas compartieron una historia geobiótica común en el pasado. 

“Se han llevado a cabo análisis biogeográficos que concluyen en la conformación de una nueva provincia biogeográfica exclusiva y única de la región central de Argentina, denominada Comechingones”, confirma el doctor Arana.  

UNRC - Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales- Junio de 2017