Haber perdido parte de hueso por situaciones indeseables, ya sean accidentes, o quirúrgicas, (por tumores, quistes o anomalías óseas), ahora pueden repararse gracias a este desarrollo nacional.
En la Universidad Nacional de Tucumán
(UNT), un grupo de investigadoras de la Facultad de Odontología trabajan en el
diseño de una membrana que estimula a las células y produce la formación de
tejido óseo en pocas semanas.
Liliana Missana y María Victoria Jammal (docentes de la Universidad) idearon un biomaterial accesible desde lo económico.
Buscan regenerar hueso partiendo de una proteína recombinante humana (rh), la paratohormona, junto a otra proteína, el colágeno, muy abundante en huesos y piel.
Con ambas sustancias se forma una membrana maleable que puede direccionarse a los fines que el profesional considere conveniente.
Missana explicó que se coloca el material con una proteína como estimulante en un armazón, que es el colágeno. “El cuerpo lo acepta, lo coloniza y las mismas células del paciente migran desde los bordes de los tejidos sobre él, estimulados por la proteína recombinante humana y así se genera el hueso con la forma que el profesional desee darle”, puntualizó.
La regeneración ósea se vuelve fundamental también en casos de
reabsorción ósea, producto de pérdida de dientes.
En todos los casos, la necesidad de volver a contar con el hueso íntegro se vuelve fundamental. Es necesario para devolverle la estructura y funcionalidad a la parte afectada del cuerpo.
El hueso puede regenerase entre 5 y 8 mm, con alternativas costosas y complejas. Para extensiones mayores a 8 mm, puede usarse hueso del mismo paciente, huesos procesados del banco de huesos (de personas fallecidas) y huesos animales.
La línea de investigación está en trámite de registro en el Instituto Nacional de Patentamiento Industrial (INPI) y está inscripto con el nombre de Regebone (“rege” de regenerar y “bone” de hueso en inglés). El equipo se completa con la colaboración de Jorge Juárez (tesista), Nina Pastorino (odontóloga), María Lilia Romano (técnica) y Viviana Schemberger (odontóloga).
Missana comentó que “una de las exigencias de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para aprobar el biomaterial es que se realicen pruebas tanto en animales pequeños como medianos”.
El equipo ya realizó pruebas exitosas en la cabeza (calota) de ratas y en un período de seis semanas consiguió regenerar el 57% del hueso faltante a partir de la aplicación del biomaterial de colágeno y la rhPTH (Recombinante Humana Paratohormona).
Resta realizar pruebas con animales medianos y por ese motivo, los investigadores de la UNT firmaron un convenio de cooperación con profesionales de la Universidad Nacional de Rosario, quienes proveerán de criaderos de conejos para la siguiente etapa.
“Estamos en conversaciones con el Sistema Provincial de Salud de la Provincia (SIPROSA) para que se realice un relevamiento en los servicios de odontología y traumatología de los pacientes que requieren hueso”, agregó la científica. El gran aporte del biomaterial es que “es de industria nacional, por lo tanto los costos para producirlo son menores con la idea de que sea más accesible para la gente en lo económico. Esto es importante teniendo en cuenta que la mayoría de los materiales de relleno óseo que se usan en nuestro país son importados” señaló Victoria Jammal , y agregó que “fue elaborado en el Laboratorio de Patología Experimental de la Facultad de Odontología de la UNT”.
Jammal suma otra de las ventajas del biomaterial, “es maleable, adaptable a cualquier defecto óseo, de fácil manipulación y que se conserva a temperatura ambiente. También el hecho de ser “ecoamigable” ya que no genera efectos negativos en el ambiente”.
La investigación asocia técnicas de la ingeniería molecular con la ingeniería de tejidos. Missana describió “que se valen de la mezcla de la proteína recombinante humana (rh), llamada así porque es externa al cuerpo, con un biomaterial (el colágeno) para diseñar un armazón. El armazón se coloca en la zona donde hay ausencia de hueso para estimular su crecimiento”.
Precisó que “la Paratohormona, que está presente en todos los seres vivos y se libera según las necesidades del cuerpo, normalmente está asociada a la reabsorción, no a la neo formación. Entonces, el aporte más importante de la investigación es que, colocada en una membrana y liberada en forma intermitente, estimula a las células y a la neo formación ósea”.
La doctora Missana estimó que con la nueva técnica “los pacientes podrán recibir implantes bucales cuando tengan el hueso para recibirlos. Conseguirán hablar y comer mucho mejor luego de una cirugía reparadora por un cáncer óseo bucal, es decir, les devolveremos la calidad de vida”, sintetizó.
Missana se desempeña hace 25 años en el área de la ingeniería de tejidos. Cuando realizó su tesis doctoral en la Universidad Nacional de Okayama (Japón) trabajó con una proteína morfogenética ósea que combinó con distintos vehículos y uno de esos fue el colágeno, con el cual obtuvo los mejores resultados.
En Japón la técnica está patentada y se usa para múltiples tratamientos.
Al volver a la Argentina, creó un equipo de investigación que desde hace siete años se concentró en la rhPTH (recombinante Humana Paratohormona) que se presentaba recientemente en el mercado. El desafío a vencer por su equipo de investigación es producir un tejido en condiciones de laboratorio y que después sea aceptado por el organismo.
Universidad Nacional de Tucumán-Facultad de Odontología-Noviembre de 2015
Liliana Missana y María Victoria Jammal (docentes de la Universidad) idearon un biomaterial accesible desde lo económico.
Buscan regenerar hueso partiendo de una proteína recombinante humana (rh), la paratohormona, junto a otra proteína, el colágeno, muy abundante en huesos y piel.
Con ambas sustancias se forma una membrana maleable que puede direccionarse a los fines que el profesional considere conveniente.
Missana explicó que se coloca el material con una proteína como estimulante en un armazón, que es el colágeno. “El cuerpo lo acepta, lo coloniza y las mismas células del paciente migran desde los bordes de los tejidos sobre él, estimulados por la proteína recombinante humana y así se genera el hueso con la forma que el profesional desee darle”, puntualizó.
En todos los casos, la necesidad de volver a contar con el hueso íntegro se vuelve fundamental. Es necesario para devolverle la estructura y funcionalidad a la parte afectada del cuerpo.
El hueso puede regenerase entre 5 y 8 mm, con alternativas costosas y complejas. Para extensiones mayores a 8 mm, puede usarse hueso del mismo paciente, huesos procesados del banco de huesos (de personas fallecidas) y huesos animales.
La línea de investigación está en trámite de registro en el Instituto Nacional de Patentamiento Industrial (INPI) y está inscripto con el nombre de Regebone (“rege” de regenerar y “bone” de hueso en inglés). El equipo se completa con la colaboración de Jorge Juárez (tesista), Nina Pastorino (odontóloga), María Lilia Romano (técnica) y Viviana Schemberger (odontóloga).
Missana comentó que “una de las exigencias de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para aprobar el biomaterial es que se realicen pruebas tanto en animales pequeños como medianos”.
El equipo ya realizó pruebas exitosas en la cabeza (calota) de ratas y en un período de seis semanas consiguió regenerar el 57% del hueso faltante a partir de la aplicación del biomaterial de colágeno y la rhPTH (Recombinante Humana Paratohormona).
Resta realizar pruebas con animales medianos y por ese motivo, los investigadores de la UNT firmaron un convenio de cooperación con profesionales de la Universidad Nacional de Rosario, quienes proveerán de criaderos de conejos para la siguiente etapa.
“Estamos en conversaciones con el Sistema Provincial de Salud de la Provincia (SIPROSA) para que se realice un relevamiento en los servicios de odontología y traumatología de los pacientes que requieren hueso”, agregó la científica. El gran aporte del biomaterial es que “es de industria nacional, por lo tanto los costos para producirlo son menores con la idea de que sea más accesible para la gente en lo económico. Esto es importante teniendo en cuenta que la mayoría de los materiales de relleno óseo que se usan en nuestro país son importados” señaló Victoria Jammal , y agregó que “fue elaborado en el Laboratorio de Patología Experimental de la Facultad de Odontología de la UNT”.
Jammal suma otra de las ventajas del biomaterial, “es maleable, adaptable a cualquier defecto óseo, de fácil manipulación y que se conserva a temperatura ambiente. También el hecho de ser “ecoamigable” ya que no genera efectos negativos en el ambiente”.
La investigación asocia técnicas de la ingeniería molecular con la ingeniería de tejidos. Missana describió “que se valen de la mezcla de la proteína recombinante humana (rh), llamada así porque es externa al cuerpo, con un biomaterial (el colágeno) para diseñar un armazón. El armazón se coloca en la zona donde hay ausencia de hueso para estimular su crecimiento”.
Precisó que “la Paratohormona, que está presente en todos los seres vivos y se libera según las necesidades del cuerpo, normalmente está asociada a la reabsorción, no a la neo formación. Entonces, el aporte más importante de la investigación es que, colocada en una membrana y liberada en forma intermitente, estimula a las células y a la neo formación ósea”.
La doctora Missana estimó que con la nueva técnica “los pacientes podrán recibir implantes bucales cuando tengan el hueso para recibirlos. Conseguirán hablar y comer mucho mejor luego de una cirugía reparadora por un cáncer óseo bucal, es decir, les devolveremos la calidad de vida”, sintetizó.
Missana se desempeña hace 25 años en el área de la ingeniería de tejidos. Cuando realizó su tesis doctoral en la Universidad Nacional de Okayama (Japón) trabajó con una proteína morfogenética ósea que combinó con distintos vehículos y uno de esos fue el colágeno, con el cual obtuvo los mejores resultados.
En Japón la técnica está patentada y se usa para múltiples tratamientos.
Al volver a la Argentina, creó un equipo de investigación que desde hace siete años se concentró en la rhPTH (recombinante Humana Paratohormona) que se presentaba recientemente en el mercado. El desafío a vencer por su equipo de investigación es producir un tejido en condiciones de laboratorio y que después sea aceptado por el organismo.
Universidad Nacional de Tucumán-Facultad de Odontología-Noviembre de 2015
Me parece muy interesante. No sé cómo no se le da más difusión a estas cosas.
ResponderBorrarMe parece muy interesante. No sé cómo no se le da más difusión a estas cosas.
ResponderBorrarEsto debería llegar a las máximas autoridades y ayuden a estos investigadores a poder plasmar sus productos que no es más que ayuda a todo el pueblo Argentino. Menos política barata y más apoyo a la investigación nacional por favor...
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