La cría conjunta de peces y plantas es una estrategia combinada de aprovechamiento de recursos.
Esta actividad es incipiente en nuestro país, y entre sus ventajas se cuenta la mejor utilización del agua y la producción de proteínas de alta calidad.
Acuaponia es la integración de la Acuicultura (cría de peces) y la hidroponía (cultivo de plantas en agua) en un sistema de recirculación cerrado que permite un aprovechamiento del recurso agua y de los nutrientes.
La actividad está ganando atención como un sistema bio-integrado de producción de alimentos en pequeña escala.
En el país se considera un proceso productivo con gran potencial en superficies reducidas.
Profesionales de las facultades de Ciencias Veterinarias y Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Nordeste (UNNE) pusieron en marcha un proyecto de acercamiento a este sistema no convencional de cultivo.
“Se trata de un proyecto de extensión y trasferencia en el cual trabajamos con alumnos de una escuela rural agrotécnica y con productores hortícolas para desarrollar modelos experimentales y didácticos, pero en realidad la experiencia servirá para definir posibles líneas de investigación que profundicen el conocimiento sobre el proceso acuapónico” explicó el director del proyecto MSc. Alfredo Oscar González, investigador del Instituto de Ictiología del Nordeste de la Facultad de Ciencias Veterinarias.
La co-dirección del proyecto está a cargo del ingeniero agrónomo Guillermo Perrens, de la Cátedra Horticultura de la Facultad de Ciencias Agrarias, y participan además docentes y alumnos de ambas unidades académicas.
González explicó que “en el proceso de acuaponia, los efluentes ricos en nutrientes de los tanques de los peces son usados para fertilizar la producción hidropónica de plantas. En este sistema, las raíces y las bacterias remueven los nutrientes del agua, y los liberan de contaminantes”.
Y aclara el investigador, “los nutrientes generados por las heces de los peces, las algas y la descomposición de los alimentos son contaminantes que si no se remueven podrían alcanzar niveles tóxicos para los peces, pero dentro de un sistema acuapónico, sirven como fertilizante líquido para el cultivo de las plantas. A su vez, las camas hidropónicas o de plantas funcionan como un biofiltro que mejora la calidad del agua, que será recirculada a los tanques de los peces”.
“Se implementaron unidades acuapónicas, que contaron con dos recipientes plásticos por unidad, uno que contenía a los peces, y otro para las camas de hidroponía. Las camas de hidroponía se realizaron con soportes a las cuales se les practicó un orificio donde se introducía un porta planta, perforados en la parte inferior para dar paso a las raíces de la planta y sostenidas por goma espuma”, aclara González.
“Cada 15 días se realizaron monitoreos para determinar la biomasa de peces y plantas, corregir la dieta de los peces, detectar eventuales enfermedades en éstos, evaluar el desarrollo de las plantas y verificar posibles deficiencias nutricionales” explicó el director del proyecto.
González resaltó que “con la experiencia del proyecto de Acuaponia se trató de infundir las ventajas de este sistema productivo, entre ellas la mejor utilización del agua y la producción de proteínas de alta calidad, y que pueden ser aprovechados para el mejoramiento de las condiciones de vida de sectores de la población como los pequeños horticultores de las periferias urbanas de nuestra región”.
“La Acuaponia supera dificultades que por separado tienen la acuicultura y la hidroponía. Es que la cría de peces dentro de estanques de agua, con las deyecciones y excedentes de alimentos, genera cantidades importantes de amoníaco que si no son controladas pueden resultar dañinas y hasta letales para los peces, mientras que la hidroponía requiere el uso de fertilizantes”, informa González.
Esta actividad cuenta con dos grupos de productores a nivel mundial.
Acuaponia casera |
Acuaponia industrial |
El primero formado por quienes llevan adelante sistemas acuapónicos de manera doméstica o aficionada, con fines ornamentales o de autoconsumo, y el segundo grupo, representado por quienes llevaron la acuaponia a una escala comercial, haciéndola una actividad rentable.
Los primeros ensayos publicados en acuaponia se remontan a la década del setenta, pero no fue sino hasta veinte años después, en la década del noventa, que empezaron a obtenerse datos concretos aplicables a producciones comerciales.
La utilización de un sistema acuapónico de manera casera o doméstica, es una excelente opción cuando se pretende tener un aporte de alimento auto-producido, en pequeñas superficies.
La acuicultura, por su parte, es una técnica para producir cultivos orgánicos extraordinariamente eficiente, no produce efluentes contaminantes y apenas consume recursos básicos comparados con las técnicas agrícolas tradicionales.
Es importante destacar que la acuaponía tiene sobradas ventajas, ya que hace mejor uso del espacio, es más productiva, (apenas consume el 5% del agua de un cultivo tradicional), y no necesita maquinaria pesada para laborar la tierra ni para cosechar.
Universidad Nacional del Nordeste-Facultad de Ciencias Agrarias- Septiembre de 2015
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