jueves, 28 de abril de 2016

METEOROLOGIA

RAYOS Y CENTELLAS!!!! 

Desde hace décadas, se trata el tema del cambio climático. 

Parecería que nadie hace nada al respecto. Los tratados internacionales, desde que Svante Arrhenius en 1897 formuló el problema del Cambio Climático, sólo tomaron entidad pública casi un siglo después, hacia 1987 con la “Convención de Viena” y el “Protocolo de Montreal”. 

En 1992 la Reunión Cumbre de Jefes de Estado en Rio de Janeiro, no tuvo mucho éxito al respecto. Y desde que se manifestó en 1997 el “Protocolo de Kyoto”, tampoco fue acatado por los principales generadores de emisiones de gases contaminantes. 

En nuestro país, diferentes científicos se preocupan por el estudio de esos cambios y cómo paliar sus efectos devastadores. 


En la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) se lanzó el proyecto internacional “Relámpago” (Sensado Remoto de Electrificación, Relámpagos, y Procesos de Meso Escala/Micro Escala con Observaciones Adaptativas desde Tierra). 

Investigará el papel fundamental de la zona de las Altas Cumbres en eventos meteorológicos extremos. Y el impacto socio-económico que producen estas tormentas, consideradas como las “más intensas del mundo”. 

Eldo Ávila, físico de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física (FaMAF) de la UNC y miembro del equipo que llevará adelante el estudio, señala que la información satelital obtenida en los últimos años indica que la  topografía cordobesa, especialmente las Altas Cumbres, juega un rol clave. 

El sureste de América del sur –noreste argentino, Paraguay y sur de Brasil– es la región del planeta donde tiene lugar la mayor cantidad de tormentas denominadas “intensas”. Suceden a altitudes de hasta 16 kilómetros, muy por encima de las nubes de tormentas normales que se ubican en el orden de los 10 kilómetros de altura. 

“Creemos que en Córdoba nace la mayor cantidad de estas tormentas extremas, especialmente en el noreste de la provincia. Y desde acá se conducirían hacía el este del país y regiones limítrofes”, agrega Ávila. El mismo fenómeno sucedería con la Cordillera de los Andes, que actuaría como un trampolín para los vientos y la generación de tormentas. 


Según explica Ávila, hace 20 años empezaron a lanzarse satélites meteorológicos y uno en especial se dedica a capturar “radiografías” de eventos intensos. “Después de muchos años de estudio de información satelital se determinó que las tormentas más grandes se desarrollan en esta región. Ahora debemos corroborar el por qué”, resume. 

El interés radica en el considerable impacto social y económico que suelen acarrear estos acontecimientos climatológicos extremos, tales como violentas caídas de granizo, áreas afectadas por ráfagas y tornados, inundaciones o pérdida de vidas humanas por la profusa actividad eléctrica que se descarga en la tierra. “Si logramos entender mejor la formación de estos fenómenos, podrán realizarse mejores pronósticos y alertas meteorológicas”, asegura Ávila. 

El proyecto “Relámpago”  está en desarrollo. Este año se terminará de delinear y se evaluará en los distintos organismos de financiamiento. Cuenta con el apoyo de instituciones europeas, de la National Science Foundation de Estados Unidos, y se descuenta que contará con la colaboración de instituciones de promoción científica de la Argentina. 
Radar meteorológico UNC

Cuando comience la época de lluvias  en 2017,  se lanzarán las campañas. “Los científicos más prestigiosos del mundo en esta área están involucrados en la iniciativa. Se unieron para ver y analizar en vivo las tormentas, estudiar cómo se forman y cómo están compuestas. Se utilizará, entre otros instrumentales, el radar meteorológico montado en la UNC”, informa  Ávila. 

Usarán  aviones especiales llegados desde Estados Unidos para sobrevolar las nubes y penetrar en ellas. “Se observarán distintas variables, como los vientos verticales, el área que ocupan, el lugar donde se forma el granizo, cuánta electrificación se produjo, entre otros aspectos. Más que una radiografía, a las nubes les vamos a hacer una resonancia magnética”, informa el investigador. 



Ciudad de La Plata- 2013
Por otra parte en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), se ha desarrollado un sistema de alerta por precipitaciones. 

Se trata de una red de pluviómetros que aporta datos sobre una plataforma web en tiempo real. Posibilita que las personas de zonas afectadas mejoren la respuesta ante la emergencia. 

El Sistema de Alerta Temprana La Plata (SATLP) integra los datos generados de modo de poder tomar decisiones en función de la severidad de las precipitaciones. 
Inundaciones 2013 en La Plata

Así se tiende a disminuir el impacto que podrían tener las lluvias intensas sobre la ciudad de La Plata. De esta manera se evitaría vivir situaciones dramáticas como las acontecidas en las inundaciones ocurridas entre el 2 y el 3 de abril de 2013 y que afectaron a toda la región. 

Permitirá  alertar a las autoridades y a la población en general sobre el avance del agua en situaciones climáticas adversas. 

Patricia Pesado, una de las investigadoras que forma parte del proyecto, explicó que “los datos se alojan en servidores que se encuentran en la Facultad de Informática y la información procesada se presenta en un sitio web”. De esta manera puede ser accesible para la toma de decisiones, con diferentes niveles de autorización de acuerdo a la autoridad competente. 

Por su parte, Pablo Romanazzi, responsable del equipo que realiza aportes desde la Facultad de Ingeniería, detalló que “el prototipo SATLP se aplicará inicialmente en la Cuenca del Arroyo Pérez a través de tres estaciones de censado”. Además destacó que “su desarrollo en todas las cuencas que rodean La Plata permitirá avanzar concretamente en un sistema de alerta temprana por inundaciones debidas a precipitaciones”. 


Ya se instalaron los primeros tres pluviómetros en la cuenca del Arroyo Pérez. Este curso de agua tiene sus nacientes a la altura de la ruta provincial 19, llevando dirección Sur-Norte en la mayor parte de su recorrido a través de 11 km de extensión. 

La Facultad de Ingeniería selecciona los instrumentos de campo y realiza un trabajo de apoyo en la generación de la base de datos y de algoritmos para determinar la severidad de las lluvias en el momento en que se está produciendo la tormenta. 

Explicó Romanazzi, que se tienen en cuenta los patrones de las inundaciones ocurridas en la ciudad en 2002, 2008 y 2013. “Éstas demostraron que la intensidad como única variable no es suficiente, por esa razón se tiene en cuenta también la severidad de las lluvias”, agregó el ingeniero. 

En una segunda etapa, se implementará un modelo matemático que permita la medición del caudal de agua que se va acumulando en esquinas de las zonas más críticas de la ciudad. Este sería otro dato relevante al momento de tomar decisiones tendientes a evitar tragedias a causa del desborde de arroyos. 

El uso de un sistema de alerta temprana habilita a las personas de las zonas afectadas a mejorar su capacidad de respuesta y a actuar de manera adecuada, disminuyendo el margen de lesiones, de pérdidas de vida o de daños en los bienes materiales. El proyecto también contempla la necesidad de generar un protocolo de actuación frente al aviso de alerta. 

El SATLP se desarrolla en el marco del Proyecto de Investigación Orientado (PIO) “Construcción de un sistema integrado de gestión del riesgo hídrico en la región del Gran La Plata”, coordinado por Jorge Karol y financiado conjuntamente por el Conicet y la UNLP. 

UNC- FaMAF y UNLP-Facultad de Informática- Febrero y Abril de 2016

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