En la historia de la farmacología y la medicina existen innumerables casos de medicamentos creados con un fin, y que terminan siendo beneficiosos para otro.
Entre ellos se encuentran el Listerine, que nació como antiséptico quirúrgico y para curar la gonorrea y hoy es un conocido enjuague bucal.
También el Sildenafil en sus inicios se comercializó para tratar la hipertensión, las anginas y trastornos cardíacos y hoy ayuda en la disfunción eréctil.
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Investigadores de Tucumán, París y Sao Paulo encontraron una nueva propiedad en la doxiciclina. El antibiótico actúa sobre una proteína para evitar la toxicidad de las neuronas afectadas en esta enfermedad.
Los científicos analizaron los efectos neuroprotectores de esta droga y observaron que su acción reducía la toxicidad de las proteínas involucradas en la enfermedad del Parkinson. Estudiaron, además, los efectos sobre enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
El equipo está formado en Tucumán, por los científicos del Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (Insibio) de doble dependencia, de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y del Conicet; en Francia, la doctora Rita Raisman, graduada en la UNT pero que se desempeña en el hospital Pitié-Salpêtrière de París; y en Brasil, dos investigadores de la Universidad de Sao Paulo.
Además, la doxiciclina es utilizada para el tratamiento de infecciones bacterianas como la neumonía, la enfermedad de Lyme (causada por una bacteria que es trasmitida por la garrapatas), el acné, la enfermedad periodontal, la malaria y la sífilis.
En el nuevo estudio, se hicieron exitosas pruebas de laboratorio con cultivos celulares y con animales, pero resta realizar la etapa clínica de la experimentación.
La doctora Rosana Chehín, investigadora del Insibio, explicó que el antibiótico se probó en el laboratorio de Francia donde pudo percibirse cómo se reduce el proceso neuroinflamatorio. “Se observó cómo disminuye el pasaje de un estado no tóxico a uno tóxico de las neuronas vinculadas al Parkinson. Actúa sobre una proteína, que es la alfa-sinucleina, para evitar que se vuelva insoluble y, por lo tanto, tóxica”, aclaró.
El Doctor Sergio Benjamín Socías, también del Insibio, aclaró que tienen evidencia indirecta del uso crónico de este antibiótico en otras patologías y que por lo tanto está probado que no es tóxico en humanos. “Vemos que las personas tratadas con este antibiótico a lo largo de muchos años, tienen menor incidencia de enfermedades neurodegenerativas”, precisó.
El primer vínculo que tienen entre antibiótico y neurodegeneración viene de un estudio de pacientes leprosos. “Los que recibían el tratamiento padecían la mitad de las veces enfermedades como Parkinson y el Alzheimer, que aquellos grupos no tratados con la doxiciclina”, explicó el Doctor en Bioquímica y Licenciado en Biotecnologia.
El grupo de investigación analiza la incorporación de proteínas de tipo amiloide en el cerebro que provocan la formación de agregados que son tóxicos y que terminan por matar a las neuronas. “Nos interesa la proteína alfa-sinucleina, que cuando se pasa de un estado normal a uno patológico, se vuelve tóxica para las neuronas y las aniquila. Es un proceso muy lento pero se da gradualmente cuando la persona envejece y hasta ahora es intratable”, comentó Socías.
Buscan desarrollar métodos de detección precoz de la enfermedad y moléculas que les permitan tratarla para evitar la conversión y formación de esos agregados tóxicos.
Durante todo el proceso de evaluación experimental se trabajó en concentraciones subantibióticas de la doxiciclina, es decir, en concentraciones más pequeñas que no llegan a tener actividad antibiótica. “Es un detalle no menor ya que esta droga podría tratar a pacientes con enfermedades neurodegenerativas, sin generar de esta manera resistencia antibiótica”, detalló Florencia González Lizárraga, también del Insibio.
El equipo internacional de investigación se divide según la especialidad y la disponibilidad de recursos materiales.
hospital Pitié-Salpêtrière de París |
Universidad de Sao Paulo (Brasil). |
Finalmente, los estudios biofísicos se realizan en el Insibio de la UNT-Conicet.
El equipo se completa con la participación de César Ávila por la UNT, Raisman por la Universidad Pierre et Marie Curie de París (Francia) y Rosángela Itri y Leandro Barbosa por la Universidad de Sao Paulo (Brasil).
El trabajo con la doxiciclina fue presentado en una revista científica de alto impacto para su próxima publicación.
Además obtuvo el primer premio en el Congreso de la Federación de Sociedades de Neurociencias de Latinoamérica y el Caribe (FALAN), por sus siglas en inglés.
El evento se realizó entre el 17 y el 20 de octubre pasado en Buenos Aires y compitió frente a 800 trabajos científicos.
UNT - Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia - Diciembre de 2016
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