jueves, 4 de mayo de 2017

COMUNICARNOS...

ESCRIBIR Y HABLAR 

No siempre se escribe como se habla. Una cosa es hablar y otra escribir. 

En los entornos virtuales de las redes sociales, como Facebook o Whatsapp, muchas veces se condena el texto que es escrito incorrectamente, sin prestar atención a los estándares. 

Es claro que el contexto es importante, sobre todo cuando se privilegia la velocidad de la comunicación antes que la corrección. 

Fabián Mónaco, director del Centro de Idiomas y docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), cuenta que todas las lenguas poseen una serie de reglas sintácticas y morfológicas que tienen que ver con su gramática. 

“Hay que establecer una diferenciación entre la lengua escrita y la oral. Ambas tienen gramáticas diferentes. En la lengua oral se producen muchas más elipsis o superposiciones, mientras que en la lengua escrita se nota mucho más toda la normativa de la lengua estándar”, explicó el catedrático. 

La “lengua estándar” es aquella que ha sido normativizada, que posee una serie de reglas ortográficas, la que todos aprendemos en la escuela. 


Esta forma de comunicarse “Debe ser manejada por aquellos que tienen acceso a la educación, porque la función de la escuela es enseñar esa norma lingüística. El tema es que no en todos los contextos usaremos esa lengua. Si estamos en la cancha un domingo, nos expresaremos con cierto vocabulario y expresiones que no son las mismas que utilizamos en el caso de que debamos escribir un informe o redactar un trabajo para la escuela o en la universidad. La lengua se puede utilizar de distintas maneras en diferentes contextos”, expresó el docente. 

Quienes comunican sus mensajes con términos que no corresponden a esa estandarización de la lengua son muy criticados en las redes sociales utilizadas hoy, sobre todo en Facebook,: “Tiene que ver con las representaciones que existen en la sociedad respecto de la lengua, que aunque tienen ciertas limitaciones, de algún modo no se ajustan a la realidad de las lenguas. Es algo que se da en todas las culturas. El hecho es que hay usos formales e informales”, consideró Mónaco. 

“Una persona que haya sido alfabetizada, escolarizada y que maneja la lengua estándar utilizará expresiones correctas. No es que, por ejemplo, 'haya' sea mejor que 'haiga', sino que se trata de que un término fue estandarizado y el otro no”, aclaró el lingüista. 

En las redes sociales o de los nuevos modos de comunicación, se pueden observar las diferentes formas de uso de la lengua. En el servicio de mensajería Whatsapp, por ejemplo, es necesario expresarse rápidamente: “Lo fundamental es poder intercambiar mensajes rápido y eficientemente. Es una escritura que no necesariamente debe ajustarse a la normativa ortográfica o gramatical, ya que el objetivo no es ese”, comentó el experto. 

Mónaco destacó que el parámetro que siempre se debe tener en cuenta es el del entendimiento: “La comunicación falla cuando se escribe rápido pero no se entiende. Pasa mucho entre los adolescentes, que son los expertos en crear sistemas y códigos de simplificación”, enfatizó. 

Al mismo tiempo, expresó que no es un problema del idioma español, sino de todos los idiomas, que tiene que ver con la característica de los medios y de los soportes en los que se desarrolla la comunicación. 

El especialista comentó  que no obstante las variaciones de los últimos tiempos, la lengua normativa, estándar, seguirá siendo una necesidad, aunque en ciertos contextos como los formales o educativos. “Cuando un estudiante debe dar un examen, realizar un monografía o hacer un trabajo de investigación deberá hacerlo de acuerdo a la normativa lingüística vigente en este momento histórico. Lo mismo deberá hacer alguien que tenga que presentar una solicitud de trabajo o que deba elevar una nota de índole jurídico”, destacó. 

Mónaco afirmó que es importante “saber adaptarse” a los distintos contextos comunicativos. “Que la comunicación por Whatsapp sea con abreviaturas, con elipsis y simplificaciones es algo que va en beneficio de la eficacia comunicativa, de la rapidez. No es censurable. Sin embargo, si la comunicación no se da, el medio no cumple su objetivo”, agregó el investigador. 

Finalmente, Mónaco diferenció dos términos que muchas veces se usan indistintamente: “lengua” y “lenguaje”, conceptos teóricos que provienen del campo de la Lingüística y que son usados dentro de esa disciplina con distintas orientaciones. “Generalmente, 'lengua' está más asociado a un determinado idioma, mientras que 'lenguaje' es tomado como algo más general y abarcativo, como un sistema de comunicación. Es por eso que podemos hablar de lenguaje audiovisual, verbal o lingüístico”, concluyó. 

Con la aparición de los mensajes de texto, se generó un fenómeno lingüístico centrado en ahorro de caracteres y escritura sencilla. 

Los SMS dejaron paso a un nuevo sistema de códigos para comunicarse en las redes, usadas por millones de personas de habla hispana. Es el llamado ciberlenguaje. 

Podemos estar de acuerdo o no, sentir que nuestra lengua puede ser fagocitada por estas abreviaturas mal escritas, o simplemente pensar que estos grafismos quedaran sometidos a la vorágine de comunicarnos. 


Lo esencial es que pueda  establecerse ese “ida y vuelta” que permite relacionarnos. 

Al comunicarnos con los otros nos enriquecemos. En definitiva, nos completamos como personas. 


UNL - Facultad de Humanidades y Ciencias - Abril de 2017

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