MAPA DE VIENTOS EXTREMOS
En un territorio tan vasto
como el nuestro, es claro que nos recorran diferentes corrientes de aire.
No es
lo mismo una tarde en Puerto Madryn que en Mendoza, o el norte de nuestro país que
en el sur del territorio. El distinto relieve, altitudes y geografía de la
Argentina hace que sea variado y cambiante.
Las construcciones deben estar
calculadas para soportarlos.
Especialistas de la Facultad de Ingeniería de la
Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), realizarán nuevos Mapas de Vientos
Extremos para Argentina. Es necesaria una actualización para estimar la acción
del viento sobre las construcciones.
Bruno Natalini, director del proyecto,
explicó: “se trabajará con dos objetivos:
por un lado, se realizará la actualización del Mapa de Vientos Extremos para el
país y, por otra, a nivel de la región nordeste argentino (NEA) se aplicarán
nuevas técnicas y tecnologías de medición, que permitan mejorar aún más los
procedimientos de medición de los vientos para este fin específico”.
El
Mapa de Vientos Extremos es una herramienta de cálculo que se utiliza para la
aplicación del “Reglamento Argentino de Acción de Viento sobre las
Construcciones”, elaborado por el Centro de Investigación de los Reglamentos
Nacionales de Seguridad para las Obras Civiles (CIRSOC).
Tiene por objeto
determinar los procedimientos y los medios para obtener los valores de las acciones
producidas por el viento sobre las construcciones o sus diferentes partes. El
actual Mapa de Vientos Extremos fue actualizado en 1997, a partir de registros
que comprenden el período 1970-1990.
Existen diversos factores que indican la
necesidad de una revisión del Mapa. El tiempo que pasó desde su elaboración -un
cuarto de siglo-, se cuentan con 26 años de nuevos registros de velocidades.
Ahora existe una mayor cantidad de estaciones de medición en el territorio
nacional.
Además, hay una variedad de
métodos de procesamiento de valores extremos que no se disponían en 1997 cuando
se elaboró el mapa vigente.
Debe encararse una actualización del “Reglamento
CIRSOC 102”, debido a cambios de normas similares a nivel internacional que
prevé nuevos formatos de mapas.
Desde el Centro de Investigación de los
Reglamentos Nacionales de Seguridad para las Obras Civiles (CIRSOC) se
encomendó a un grupo de investigadores-especialistas de la UNNE para que
realicen la actualización del Mapa de Vientos Extremos.
El trabajo será realizado
por el Instituto de Estabilidad de la Facultad de Ingeniería, espacio de
investigación y transferencia de reconocida trayectoria en el estudio de efecto
de vientos sobre estructuras.
Las tareas se enmarcarán en un Proyecto de
Investigación coordinado por la Secretaría General de Ciencia y Técnica, con la
colaboración de investigadores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad
Nacional del Comahue.
“El Mapa de Vientos
Extremos vigente, con datos de 1970 a 1990, realiza una inferencia estadística,
mediante un modelo matemático, para estimar vientos extremos que son excedidos en promedio
una vez cada 50 años; pero los cambios a nivel internacional reemplazan esa
frecuencia por tres mapas de períodos de recurrencia de 300, 700 y 1700 años”, explicó el Doctor Natalini.
El
compromiso de los investigadores es elaborar los tres mapas con estimación de
vientos con recurrencia cada 300, 700 y 1700 años, lo que demandará más
información meteorológica y modelos matemáticos más actualizados que los usados
hasta ahora.
“El objetivo es elaborar los
mapas en un plazo breve de tiempo, y ponerlos a disposición de CIRSOC y de la
comunidad científica”, comentó Natalini.
“El actual Mapa de Argentina funciona pero existen indicios que lleva a
condiciones de seguridad, probablemente excesivas en algunos lugares del país”,
aclaró el magister en ingeniería.
“El
mapa vigente fue elaborado con aproximadamente 70 estaciones de medición en el
país, mientras que, actualmente, son más de 150 las estaciones eteorológicas daptadas
para medición, además de haberse mejorado los instrumentos y protocolos de
registro”, resaltó el profesor de la UNNE.
Además de
elaborar el nuevo Mapa de Vientos Extremos de Argentina, el Instituto de
Estabilidad tiene el objetivo de optimizar las técnicas de medición y análisis
para alcanzar las estimaciones más precisas posibles de valores del viento,
aplicando los últimos avances de conocimientos existentes a nivel mundial.
La investigación
se desarrollará en la región NEA, aprovechando los recursos humanos y
estaciones de medición disponibles. De esta manera será posible ajustar
técnicas a futuro y transferir las innovaciones en medición al resto del país.
Se
prevé probar a nivel regional nuevos métodos de medición, verificar los datos
de medición existentes, cotejar criterios de medición en estaciones
meteorológicas y ampliar la información analizada, entre otros objetivos”,
explicó Natalini.
“Entre el 70 y 80 % de
la incertidumbre total de la carga de diseño por acción del viento se
origina en la incertidumbre de la Velocidad Básica del Viento (V), lo que
revela la importancia de tener una estimación de buena calidad del valor de
velocidad básica del viento”, resaltó el investigador.
“Queremos aplicar en el NEA lo más nuevo en materia de medición y
análisis de velocidad del viento, y que la región sea el laboratorio para
aplicaciones en otras regiones del país” concluyó el Director del proyecto.
UNNE - Facultad de
Ingeniería- Agosto 2017
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