NO SOLO LOS MOSQUITOS!!!!Los mosquitos pueden causar diversas enfermedades. Su estudio es amplio y muy difundido.
Existen afecciones como el Mal de Chagas y la Leishmaniasis, causadas por otros insectos, que deben profundizarse por la importancia sanitaria que presentan.
Juliana Sánchez, investigadora del Centro de Investigaciones y Transferencia del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (CIT NOBA CONICET) y Silvina Goenaga, investigadora del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Doctor Julio Maiztegui”, estudian estas patologías con el fin de realizar un control sanitario de calidad.
“Se conoce bastante sobre los agentes virales transmitidos por mosquitos, pero hay muchos otros insectos que transmiten enfermedades que tienen una incidencia mucho mayor de la que se cree en el país, como el caso del Mal de Chagas o Leishmaniasis”, fundamentaron las investigadoras.
La Leishmaniasis visceral es una
enfermedad grave, transmitida a través de la picadura de un insecto muy pequeño
denominado flebótomo, que reside en Misiones, Formosa, Corrientes y Santiago
del Estero. En las personas, la Leishmaniasis visceral afecta al bazo, hígado,
la médula ósea y otros órganos.
Asimismo, el Chagas es una enfermedad
endémica de América, presente en Argentina, que causa la muerte de 10.000
personas al año y tiene mayor prevalencia en las regiones rurales pobres. La
transmite el insecto conocido como vinchuca. Es una de las 13 enfermedades tropicales más desatendidas del mundo, según indica la Organización Mundial de la Salud.
Las científicas Sánchez y Goenaga, junto a otros investigadores del
CONICET, dictaron en la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de
Buenos Aires, (UNNOBA), un curso de posgrado sobre los principales
grupos de insectos que afectan la salud humana y que son poco conocidos por la
comunidad. Coinciden en la importancia de fortalecer determinadas líneas de investigación y señalan que la atención del sistema sanitario está puesta en aquellos virus transmitidos por mosquitos debido a la implicancia sanitaria que actualmente tienen.
Las investigadoras se refirieron, además, a la “peste”, una enfermedad que emergió en países limítrofes a la Argentina con grandes brotes y que es transmitida por las pulgas de las ratas. Se trata de una patología infectocontagiosa que afecta tanto a animales como a humanos y es causada por la bacteria Yersinia pestis.
Se considera una de las zoonosis más antiguas y de las más agresivas, ya que potencialmente es letal. En ese sentido, las especialistas remarcaron que no existen líneas de investigación porque “no se la consideraba una enfermedad actual”.

“La investigación se ha
orientado hacia otro lado. Sobre pulgas, por ejemplo, se está estudiando la
diversidad, la distribución y los hospedadores que utilizan, es decir, que sólo
se está relevando información básica necesaria para futuras investigaciones y
acciones en epidemiología”, describen las especialistas. Existen otras enfermedades que quedan desatendidas. “El panorama es muy amplio y queda mucho por hacer. Resulta necesario capacitar a profesionales sobre grupos de insectos que tienen mucha importancia sanitaria”, resaltaron y pusieron el ejemplo del trabajo que vienen desarrollando grupos de investigación de la UNNOBA en materia de vinchucas.
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| Tripanosoma-Mal de Chagas |
“Muchos médicos no
sospechan de algunas patologías, cuáles son las enfermedades que transmiten los
distintos insectos, cuáles son sus síntomas. Por eso es tan importante
fortalecer esas líneas de investigación. Todo ese desconocimiento impacta sobre
el sistema sanitario. De esta manera, los casos no se notifican, no se estudian
y, en consecuencia, parece que estas enfermedades no existieran”, coinciden
las expertas.
Ambas investigadoras
consultadas, consideraron la necesidad de que el Estado propicie una
interacción entre la investigación y la sociedad: “El conocimiento que se genera en los ámbitos científicos debe llegar a
la comunidad. Si la sociedad accede a información puede, entonces, adoptar
hábitos de cuidado”, y agregaron: “La
comunidad no conoce determinadas enfermedades. Esto debería revertirse, si se
tiene en cuenta que las personas viajan con más frecuencia”.Como conclusión, manifestaron su postura ética respecto del rol de la ciencia en la sociedad: “El conocimiento al que un investigador aborda no es de su propiedad. Es un bien social que debe servirnos a todos”.
UNNOBA - Departamento de Ciencias Básicas y Experimentales - Octubre de 2017




























