jueves, 26 de octubre de 2017

ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR INSECTOS

NO SOLO LOS MOSQUITOS!!!!

Los mosquitos pueden causar diversas enfermedades. Su estudio es amplio y muy difundido. 

Existen afecciones como el Mal de Chagas y la Leishmaniasis, causadas por otros insectos, que deben profundizarse por la importancia sanitaria que presentan. 

Juliana Sánchez, investigadora del Centro de Investigaciones y Transferencia del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (CIT NOBA CONICET) y Silvina Goenaga, investigadora del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas “Doctor Julio Maiztegui”, estudian estas patologías con el fin de realizar un control sanitario de calidad. 

“Se conoce bastante sobre los agentes virales transmitidos por mosquitos, pero hay muchos otros insectos que transmiten enfermedades que tienen una incidencia mucho mayor de la que se cree en el país, como el caso del Mal de Chagas o Leishmaniasis”, fundamentaron las investigadoras. 

La Leishmaniasis visceral es una enfermedad grave, transmitida a través de la picadura de un insecto muy pequeño denominado flebótomo, que reside en Misiones, Formosa, Corrientes y Santiago del Estero. En las personas, la Leishmaniasis visceral afecta al bazo, hígado, la médula ósea y otros órganos. 

Asimismo, el Chagas es una enfermedad endémica de América, presente en Argentina, que causa la muerte de 10.000 personas al año y tiene mayor prevalencia en las regiones rurales pobres. La transmite el insecto conocido como vinchuca. 

Es una de las 13 enfermedades tropicales más desatendidas del mundo, según indica la Organización Mundial de la Salud. 

Las científicas Sánchez y Goenaga, junto a otros investigadores del CONICET, dictaron en la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, (UNNOBA),  un curso de posgrado sobre los principales grupos de insectos que afectan la salud humana y que son poco conocidos por la comunidad. 

Coinciden en la importancia de fortalecer determinadas líneas de investigación y señalan que la atención del sistema sanitario está puesta en aquellos virus transmitidos por mosquitos debido a la implicancia sanitaria que actualmente tienen. 

Las investigadoras se refirieron, además, a la “peste”, una enfermedad que emergió en países limítrofes a la Argentina con grandes brotes y que es transmitida por las pulgas de las ratas. Se trata de una patología infectocontagiosa que afecta tanto a animales como a humanos y es causada por la bacteria Yersinia pestis. 

Se considera una de las zoonosis más antiguas y de las más agresivas, ya que potencialmente es letal. En ese sentido, las especialistas remarcaron que no existen líneas de investigación porque “no se la consideraba una enfermedad actual”

“La investigación se ha orientado hacia otro lado. Sobre pulgas, por ejemplo, se está estudiando la diversidad, la distribución y los hospedadores que utilizan, es decir, que sólo se está relevando información básica necesaria para futuras investigaciones y acciones en epidemiología”, describen las especialistas. 

Existen otras enfermedades que quedan desatendidas. “El panorama es muy amplio y queda mucho por hacer. Resulta necesario capacitar a profesionales sobre grupos de insectos que tienen mucha importancia sanitaria”, resaltaron y pusieron el ejemplo del trabajo que vienen desarrollando grupos de investigación de la UNNOBA en materia de vinchucas. 
Tripanosoma-Mal de Chagas


“Muchos médicos no sospechan de algunas patologías, cuáles son las enfermedades que transmiten los distintos insectos, cuáles son sus síntomas. Por eso es tan importante fortalecer esas líneas de investigación. Todo ese desconocimiento impacta sobre el sistema sanitario. De esta manera, los casos no se notifican, no se estudian y, en consecuencia, parece que estas enfermedades no existieran”, coinciden las expertas. 

Ambas investigadoras consultadas, consideraron la necesidad de que el Estado propicie una interacción entre la investigación y la sociedad: “El conocimiento que se genera en los ámbitos científicos debe llegar a la comunidad. Si la sociedad accede a información puede, entonces, adoptar hábitos de cuidado”, y agregaron: “La comunidad no conoce determinadas enfermedades. Esto debería revertirse, si se tiene en cuenta que las personas viajan con más frecuencia”.

Como conclusión, manifestaron su postura ética respecto del rol de la ciencia en la sociedad: “El conocimiento al que un investigador aborda no es de su propiedad. Es un bien social que debe servirnos a todos”. 

UNNOBA - Departamento de Ciencias Básicas y Experimentales - Octubre de 2017

jueves, 19 de octubre de 2017

TEMPERATURA ¿CERO ABSOLUTO?

DIFERENTES  MANERAS DE MEDIRLO 

Al pensar en “cero absoluto” es inevitable sentir la sensación de frío invernal. Después de jornadas agradables en temperatura, parecidas a “un veranito”, han sobrevenido nuevamente bajas marcas térmicas.


A pesar de los frios y la baja sensación térmica que nos aquejan en invierno, esas temperaturas están muy distantes de lo que podría ser una baja temperatura. 

Existen datos contundentes: la temperatura más baja del planeta se registró en 2010 en el este de la Antártida y era de -94° C, en tanto que en el universo la temperatura promedio es de -270,4 °C. 


Pastoriza-Encina-Pedrazzini y Tosi del
Instituto Balseiro de Bariloche
No obstante  es posible llegar más lejos, hace algunos años, en 2014, científicos del laboratorio del Instituto Balseiro, en Bariloche, casi  llegaron a lo que se conoce como "cero absoluto". 

Si asiduamente usamos el cero grado centígrado (0ºC), ¿De qué trata el cero absoluto? La respuesta está en la manera en que se mide la temperatura. 

El físico Nicolás Budini, investigador del Instituto de Física del Litoral de la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fé, (IFIS-UNL-CONICET) explica: "Llamamos cero absoluto de temperatura al valor para el cual cesa el movimiento interno de los átomos o moléculas que constituyen la materia. La temperatura es una medida de la energía de movimiento de los constituyentes microscópicos de un sistema físico”

“Por lo tanto, uno puede pensar que al ser posible disminuir la temperatura de un sistema, entonces, debería poder llegarse a un valor (cero) de temperatura para el cual no haya movimiento interno de sus constituyentes. Sería una especie de estado ultracongelado de cualquier material o sistema", señala el investigador.


Es decir, que no importa de qué sustancia, material o sistema se hable, tal sistema enfriado hasta el cero absoluto de temperatura tendrá todas sus partículas constituyentes inmóviles, no habrá energía interna de movimiento.  

"Vale la pena aclarar que la mecánica cuántica -la rama de la física que describe los fenómenos a escala atómica y molecular- predice que aún en el cero absoluto de temperatura habrá cierta energía de movimiento de los componentes de un sistema que no podrá eliminarse, así es que esta energía se denomina energía de punto cero de un sistema", aclara Budini. 

El cero absoluto corresponde al cero de la escala absoluta de temperatura, cuya unidad de medida es el Celsius, estableciendo el punto cero en el cero absoluto (−273,15 °C) y conservando la misma dimensión. Grado Kelvin, (abreviado grado K, en honor al físico Lord Kelvin), y su valor coincide con una temperatura de 273,15 ◦C bajo cero (o bien −273,15 ◦C) en la escala más cotidiana de grados centígrados o Celsius. 

“Una diferencia de temperatura de un grado centígrado es lo mismo que una diferencia de temperatura de un grado Kelvin. Por lo tanto, si estamos en un día de primavera con una temperatura ambiente agradable de 21 ◦C podemos también decir que la temperatura ambiente absoluta es de 273,15 + 21 K = 294,16 K", continua Budini. 


“Si bien el concepto de cero absoluto de temperatura existe teóricamente y está bien definido, aún no ha sido posible alcanzarlo en la práctica. A pesar de esto, los científicos sí han podido enfriar distintos sistemas de partículas hasta temperaturas increíblemente cercanas al cero absoluto, tanto como 100 pico-Kelvin (un pico-Kelvin equivale a una billonésima parte de un grado K)” enfatiza el físico. 

"Significa que alcanzaron temperaturas tan bajas como 0,0000000001 K", destaca el científico. 

Pero ¿para qué sirve llegar a una temperatura tan baja? 

"Se podrían verificar las teorías existentes y ahondar en la comprensión del comportamiento de la materia que nos rodea en nuestro universo. En la larga carrera científico-tecnológica por lograr temperaturas cada vez más y más bajas, se descubrieron fenómenos asombrosos como la superconductividad, la superfluidez, el atrapamiento de átomos mediante luz láser, etc., e inventado muchos dispositivos de importancia tecnológica como, por ejemplo, algo tan común para nosotros como las máquinas refrigeradoras", manifiesta Budini. 


“Existen diferentes escalas para medir temperaturas: las más conocidas son las escalas Celsius (◦C) y Fahrenheit (◦F), pero existen otras como las escalas Rankine (◦Ra), Rømer (◦Rø), Newton (◦N), Delisle (◦D) o Réaumur (◦Ré). Cada una de ellas ha sido ideada dando valores a dos temperaturas para las cuales ocurran fenómenos físicos claramente observables y luego subdividiendo el rango entre ambas en partes iguales”, clarifica el especialista

"La escala Celsius, con la cual estamos más familiarizados, ubica su cero (0 ◦C) a la temperatura para la cual el agua líquida se congela y le da el valor de 100 ◦C a la temperatura de ebullición del agua. Ambos valores se fijaron bajo condiciones controladas de presión). Por su parte, la escala Fahrenheit asigna el valor de 32 ◦F al punto de congelamiento del agua y 212 ◦F al punto de ebullición bajo ciertas condiciones de presión. Estas diferentes escalas se denominan escalas empíricas, dado que están definidas en términos de fenómenos observables", concluye  el investigador. 

UNL - Facultad de Humanidades y Ciencias- Octubre de 2017

jueves, 12 de octubre de 2017

BENEFICIOS DE LA YERBA MATE

COSTUMBRE  SALUDABLE 

En ambas márgenes de nuestro Rio de la Plata es una buena costumbre el consumo del mate, ya sea con bombilla o como mate cocido. 

Este popular hábito se extiende al interior de ambos países. No sólo por su aroma y sabor característicos que lo convierten en único, sino por sus cualidades nutricionales y beneficios para la salud. 

Científicos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario  (UNR) y del Uruguay se reunieron para divulgar sus trabajos científicos acerca de los efectos beneficiosos de este producto en el organismo. Investigan  también los efectos sobre los huesos. 


Lucas Brun, miembro del Laboratorio de Biología Ósea de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, llevó a cabo un trabajo en ratas para evaluar el efecto de la yerba mate sobre el tejido óseo. 

“Los animales fueron divididos en grupos experimentales y los que recibieron una infusión de yerba en reemplazo del agua mostraron un efecto positivo sobre la densidad mineral ósea, congruente con lo hallado previamente y un aumento del volumen del hueso trabecular, el más sensible a los cambios producidos por la osteoporosis”, explica el investigador. 

“Sin embargo, la yerba mate no fue capaz de revertir el efecto negativo del bajo contenido de calcio sobre las propiedades biomecánicas óseas”, aclara Brun. 

El científico continuó la investigación para determinar la concentración de componentes de la yerba mate con potencial efecto sobre el tejido óseo y las células osteoblásticas, que son las encargadas del mantenimiento, crecimiento y reparación del hueso. 

“Los resultados arrojaron que no había diferencias significativas en los componentes (calcio, fosfato, flúor, cafeína, polifenoles) ni en la capacidad antioxidante entre las diferentes marcas comerciales de yerba mate evaluadas”, comenta el también investigador del Conicet. 

Los efectos positivos a nivel del hueso podrían deberse, al menos en parte, al incremento de la sobrevida de los osteoblastos, según los datos obtenidos. 


Esta infusión posee un gran poder antioxidante debido a su alta concentración de polifenoles, compuestos que mejoran las defensas naturales del organismo y lo protegen del daño celular. También contiene vitaminas del grupo B, esenciales para las funciones corporales como la producción de energía y de células rojas de la sangre. 

El mate, además, aporta cantidades variables de vitaminas, siendo B1 y B6 las más importantes porque cubren el 72,3% y 37,2% de la ingesta diaria recomendada para estos nutrientes en hombres y mujeres adultos entre 18 y 50 años de edad, según expuso Ana Eugenia Thea, integrante del Laboratorio de Yerba Mate de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Misiones. 

La yerba cubre un 20,3 % de la ingesta diaria recomendada de magnesio para la misma población, un 13,5 % del requerimiento diario de hierro establecido para hombres adultos y un 6,2 % de la necesidad diaria establecida para las mujeres en edad fértil. 

El potasio que contiene es un mineral esencial y necesario para el correcto funcionamiento del corazón y el magnesio ayuda al cuerpo a incorporar proteínas. 

Asimismo, resultados de un estudio científico, realizado por investigadores de la Universidad Juan Agustín Maza, de Mendoza, confirman que el consumo de la yerba mate ayuda a reducir el colesterol malo y los triglicéridos. 

Entre las propiedades biológicas, los investigadores destacaron su actividad antioxidante, los efectos anticarcinogénicos, antidiabéticos, antiobesidad, hipocolesterolémicos, antihipertensivos, cardioprotectores, antiinflamatorios, antibacterianos, antifúngicos, antivirales y antiparasitarios, además de propiedades protectoras contra la osteoporosis y enfermedades neurodegenerativas como la de Parkinson, efectos estimulantes del sistema nervioso central y propiedades diuréticas y coleréticas. 


Una hipótesis indicaba que el consumo de cafeína tenía impacto negativo sobre la densidad mineral ósea (DMO) y el riesgo de fractura, particularmente cuando el calcio estaba por debajo de los requerimientos. La DMO es una determinación clínica que se usa para ver cómo está el hueso, una especie de radiografía del mismo. 

Sin embargo, una investigación realizada por el equipo de la Universidad de Mendoza, hace cinco años, halló mayor densidad mineral ósea en columna lumbar y en cuello femoral en mujeres postmenopáusicas que tomaban al menos 1 litro de mate por día en comparación con otras que no lo bebían. 

“Ese efecto no repercute desde el punto de vista fisiológico, o sea, sólo con tomar mate no se cura la osteoporosis. Si fuese así, en Argentina y Uruguay tendríamos una prevalencia de esta enfermedad mucho más baja que en otros países. Es decir, que si bien tiene un efecto positivo, éste no alcanza para que funcionalmente sea importante”, comenta Brun. 

En la actualidad, con el subsidio económico del Instituto Nacional de la Yerba Mate, el investigador desarrolla estudios sobre el tema pero con una nueva investigación, que tiene el fin de suplementar la yerba mate para poder encontrar efectos más relevantes. 

Los compuestos bioactivos no sólo existen en la yerba mate. El té y el vino también contienen polifenoles. “Nosotros le damos ese crédito a la yerba porque es lo que consumimos, es cultural”, afirma el doctor en Ciencias biomédicas. 

“Si yo lograra que se pueda suplementar la yerba mate llegaríamos a toda la población, independientemente del sector social y las condiciones económicas”, enfatiza Brun. 

aclara  que: “no estaríamos frente a un tratamiento, sino a una bebida que ayuda por sus efectos positivos”. 

UNR - Facultad de Ciencias Médicas - Octubre 2017

jueves, 5 de octubre de 2017

MELANOMA Y PARKINSON

UNA PROTEINA EN COMUN 

Las proteínas son las protagonistas de la vida. 

Una de ellas, la proteína “Mitf” se encuentra involucrada en el desarrollo del cáncer de piel más peligroso, el melanoma. 

Un científico de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), integra la investigación que podría ayudar en un futuro, al diseño de nuevas terapias. Además estudia los vínculos entre melanoma y parkinson. 

Diego Ploper, es egresado de la Licenciatura en Química en la UNT. Desarrolló la investigación en el laboratorio de Edward De Robertis, en la Universidad de California (UCLA), en Los Ángeles. Allí Ploper se doctoró en Química bajo la dirección de De Robertis. Actualmente, Ploper integra el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (INSIBIO), de doble dependencia entre la UNT y el Conicet. 

“MITF impide que se complete la conformación de los lisosomas: especie de “bolsas” dentro de las células que cumplen la función de reciclar las proteínas dañadas y regenerarlas. Los lisosomas afectados no podrían cumplir su función de limpiar las células y, en consecuencia, favorecerían la metástasis o diseminación del melanoma” revelaron los investigadores del INSIBIO. 

Toda célula cumple el ciclo de la vida. Nacer, crecer, desarrollarse y morir. Esta muerte programada, cuando sus funciones declinan, se llama “apoptosis”. Las células cancerígenas no producen apoptosis, por lo cual son “eternas”. 

Además, otro avance de la investigación, permitió conocer que esa proteína estimulaba una vía de señalización, la del Wnt, que está vinculada al cáncer. 

El equipo de científicos experimentó con líneas celulares de melanoma de pacientes del Hospital de UCLA y también con modelos de embriones de ranas (Xenopus laevis). 

La investigación fue publicada recientemente en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) de los Estados Unidos. 

“Antes de aplicar algo a un sistema, ya sea para curarlo o para desarrollar tecnologías, uno debe adquirir un entendimiento profundo de cómo funciona ese sistema”, reivindicó Ploper sobre la importancia de la ciencia básica. 

Por ese motivo, se mostró esperanzado en que su trabajo en el futuro pueda servir de base para apuntar a nuevos blancos terapéuticos, como al desarrollo de nuevos fármacos y terapias. 

En los últimos 30 años se produjeron elevados incrementos en las cifras sobre cáncer de piel, en el mundo. Según la Fundación Internacional Cáncer de Piel, se estima que uno de cada cinco habitantes desarrollará esta enfermedad en el transcurso de su vida (es decir el 20% de la población). Es el más común de los cánceres; y el melanoma -si bien es el menos frecuente- es el que más muertes produce entre los de piel.  


Numerosas investigaciones científicas avalan una curiosa relación entre Parkinson y melanoma. Los pacientes con melanoma multiplican por cuatro el riesgo de desarrollar Parkinson y viceversa, pero aún se desconocen las causas de esa probabilidad. 

Ploper se unió al INSIBIO con la idea de aportar sus conocimientos en melanoma a las líneas de investigación de Parkinson que se siguen en Tucumán. 

El doctor en Química supone que la proteína Mitf está involucrada en la muerte de las neuronas. Su hipótesis es que estimula la producción de otra proteína, la alfa-sinucleína (AS), que tiende a agregarse en los cuerpos de Lewy, y  formar fibras neurotóxicas que desencadenan el Parkinson. 

Otra conjetura es que, de manera similar al caso del melanoma, la alteración de los lisosomas vuelve más difícil degradar esas fibras nocivas.  

El joven investigador de 38 años, estima que su trabajo se facilitará con los 
nuevos microscopios adquiridos por la Universidad y con la próxima creación de un instituto especializado en cultivos celulares, que tendrá triple dependencia entre el CONICET, la UNT y el Ministerio de Salud de la Provincia.

UNT- Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia-Septiembre de 2017