LA PUNTA DEL ICEBERG CONTRA EL
PARKINSON
El doctor Fernando
Pitossi, jefe del Laboratorio de Terapias Regenerativas y Protectoras del
Sistema Nervioso de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y su equipo, descubrieron que una molécula del sistema inmune (partiendo de células madre), produce un papel crucial en el desarrollo de neuronas, en una región específica del
cerebro.
Este concepto de
interacción entre el sistema inmune y el sistema nervioso fue introducido en los
años 70 por el doctor Hugo Besedovsky, oriundo de Rosario, y su esposa la
doctora Adriana del Rey.
Dentro de la
investigación, el equipo de Pitossi (quien trabajó en el
laboratorio de Besedovsky, en Alemania) comprobó en ratones, que el factor de
crecimiento, una proteína asociada al sistema inmune, induce la formación de
neuronas en cierta zona del hipocampo, en el cerebro.
La neurogénesis, proceso a partir de células madre y
“progenitores neurales”, genera en el cerebro nuevas neuronas durante la vida
adulta. “Empleando técnicas de ingeniería genética y de genómica
funcional de última generación, identificamos que TGF-beta1 (factor de crecimiento
transformante beta 1) estimula la
neurogénesis y que otra molécula (fibulina-2) ejecuta ese incremento de nuevas
neuronas”, dijo Pitossi, investigador del CONICET.
El estudio se realizó
con células madre adultas. El equipo de
Pitossi tratará de obtener neuronas en un futuro ensayo clínico contra la
enfermedad de Parkinson tomando como base otro tipo de célula madre, iPS
“reprogramada” a partir de células adultas de piel. “Hemos dado un paso adelante, pero todavía estamos lejos de
poder trasladar este conocimiento a los
pacientes que padecen el mal de Parkinson”, advirtió Pitossi, director del trabajo.
El siguiente paso
sería buscar caminos para “convencer’” a ese tipo de células madre para que se
transformen en neuronas formadoras de dopamina, sustancia fundamental para
evitar el Parkinson, explicó Pitossi.
El Dr.Pitossi,
incorpora técnicas de Shinya Yamanaka, de la Universidad de Kyoto, Japón, y
Nobel de Medicina de 2012, quien obtuvo células madre a partir de piel. “Al principio era incrédulo respecto de los
avances de Yamanaka, pero caí rendido ante la evidencia cuando replicamos su
descubrimiento en mi laboratorio”, confió el miembro de la Sociedad
Internacional en Células Madre y la Comisión Asesora en Terapias Celulares y
Medicina Regenerativa del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva.
“Es muy importante que
la ciudadanía sepa que queda un largo camino por recorrer dentro de la ciencia
básica para que algún día nuestros resultados logren ser transferidos al ámbito
médico de una manera efectiva y segura. Lamentablemente, hay clínicas que
ofrecen onerosos tratamientos con células madre que no han sido aprobados y que
no sólo no curan sino que también empeoran el estado de los pacientes”, aclara el
investigador.
El estudio fue
publicado en “Molecular and Cellular Neuroscience”. Y también participaron su
primer autor, el doctor Pablo Radice, y los doctores Patricia Mathieu, María
Celeste Leal, María Isabel Farías, Mariano Salibe, Ariel Chernomoretz y Mariana
Puntel, del Instituto Leloir, y la doctora Carina Ferrari, del Hospital
Italiano.
Noticias Leloir, 18 agosto 2015
CELULAS MADRE
Hablamos mucho de “células madre”. ¿Pero qué son realmente?
Son células dotadas de una doble función. Por un lado la capacidad de “autorrenovación”, es decir producir más células madre, y por el otro, de originar células hijas comprometidas en formar diferentes tipos de células especializadas.
Son células dotadas de una doble función. Por un lado la capacidad de “autorrenovación”, es decir producir más células madre, y por el otro, de originar células hijas comprometidas en formar diferentes tipos de células especializadas.
El
óvulo fertilizado, llamado zigoto, es una célula totipotente, capaz de dar origen a todo el organismo. Durante las
primeras divisiones, el embrión es una esfera compacta llamada mórula, con todas sus células
totipotentes.
A los pocos días se produce la especialización. Se forma un blastocito con una capa superficial, que dará origen al trofoblasto, (del que deriva la placenta), y una cavidad casi “hueca”, rellena de fluido, en la que está la masa celular interna (m.c.i.).
Las células de esta m.c.i. son pluripotentes, porque aunque por sí solas no pueden dar origen al feto completo (necesitan de la placenta), son el origen de todos los tejidos y tipos celulares del adulto.
Sin
embargo, no son células madre dentro del embrión. Estas células cuando se
cultivan in vitro bajo ciertas
condiciones, se convierten en “inmortales” dotadas de autorrenovación y pluripotencia.
Esto se usa en las investigaciones en
clonación terapéutica.
Desde los inicios de la década de 1980, se obtienen células madre embrionarias en ratones. Las células madre o troncales (stem cells) resultantes, son pluripotentes y contribuyen a la línea germinal.
Existen distintos tipos de células madre:
Células madre germinales: se aíslan de fetos, a partir de la cresta germinal, donde se está produciendo la diferenciación germinal.
Células madre de adulto: La célula madre hematopoyética , genera todos los tipos de células sanguíneas y del sistema inmunitario, y reside en la médula ósea, (en la fase fetal se encuentra en hígado y bazo).
Células madre del sistema nervioso central : pueden generar los tres grandes tipos de células del cerebro adulto: neuronas, astrocitos y oligodendrocitos.
Células madre mesenquimales humanas: están en la médula ósea, constituyendo una población totalmente diferente de las células madre hematopoyéticas. Contribuyen a la regeneración de los tejidos mesenquimáticos (hueso, cartílago, músculo, ligamento, tendón, tejido adiposo y estroma). Se han aislado y cultivado estas células mesenquimales humanas, y se ha logrado su diferenciación controlada hasta células con rasgos típicos de osteocitos (óseos), condrocitos (cartílagos) o adipocitos (grasa).
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