jueves, 10 de septiembre de 2015

NEURONAS Y CELULAS MADRE

LA PUNTA DEL ICEBERG CONTRA EL PARKINSON

El doctor Fernando Pitossi, jefe del Laboratorio de Terapias Regenerativas y Protectoras del Sistema Nervioso de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y su equipo, descubrieron que  una molécula del sistema inmune (partiendo de células madre), produce un papel crucial en el desarrollo de neuronas, en una región específica del cerebro.

Este concepto de interacción entre el sistema inmune y el sistema nervioso fue introducido en los años 70 por el doctor Hugo Besedovsky, oriundo de Rosario, y su esposa la doctora Adriana del Rey.

Dentro de la investigación, el equipo de Pitossi (quien trabajó en el laboratorio de Besedovsky, en Alemania) comprobó en ratones, que el factor de crecimiento, una proteína asociada al sistema inmune, induce la formación de neuronas en cierta zona del hipocampo, en el cerebro.

La neurogénesis, proceso a partir de células madre y “progenitores neurales”, genera en el cerebro nuevas neuronas durante la vida adulta. “Empleando técnicas de ingeniería genética y de genómica funcional de última generación, identificamos que TGF-beta1 (factor de crecimiento transformante beta 1) estimula la neurogénesis y que otra molécula (fibulina-2) ejecuta ese incremento de nuevas neuronas”, dijo Pitossi, investigador del CONICET.

El estudio se realizó con células madre adultas. El equipo  de Pitossi tratará de obtener neuronas en un futuro ensayo clínico contra la enfermedad de Parkinson tomando como base otro tipo de célula madre, iPS “reprogramada” a partir de células adultas de piel. “Hemos dado un paso adelante, pero todavía estamos lejos de poder trasladar este conocimiento a los pacientes que padecen el mal de Parkinson”, advirtió Pitossi,  director del trabajo.

El siguiente paso sería buscar caminos para “convencer’” a ese tipo de células madre para que se transformen en neuronas formadoras de dopamina, sustancia fundamental para evitar el Parkinson, explicó Pitossi.

El Dr.Pitossi, incorpora técnicas de Shinya Yamanaka, de la Universidad de Kyoto, Japón, y Nobel de Medicina de 2012, quien obtuvo células madre a partir de piel. “Al principio era incrédulo respecto de los avances de Yamanaka, pero caí rendido ante la evidencia cuando replicamos su descubrimiento en mi laboratorio”, confió el miembro de la Sociedad Internacional en Células Madre y la Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.


Dr. Fernando Pitossi en el laboratorio de la Fundación Instituto Leloir
 “Es muy importante que la ciudadanía sepa que queda un largo camino por recorrer dentro de la ciencia básica para que algún día nuestros resultados logren ser transferidos al ámbito médico de una manera efectiva y segura. Lamentablemente, hay clínicas que ofrecen onerosos tratamientos con células madre que no han sido aprobados y que no sólo no curan sino que también empeoran el estado de los pacientes”, aclara el investigador.

El estudio fue publicado en “Molecular and Cellular Neuroscience”. Y también participaron su primer autor, el doctor Pablo Radice, y los doctores Patricia Mathieu, María Celeste Leal, María Isabel Farías, Mariano Salibe, Ariel Chernomoretz y Mariana Puntel, del Instituto Leloir, y la doctora Carina Ferrari, del Hospital Italiano.

Noticias Leloir, 18 agosto 2015


CELULAS MADRE

Hablamos mucho  de “células madre”. ¿Pero qué son realmente?

Son células dotadas de una doble función. Por un lado la capacidad de “autorrenovación”, es decir producir más células madre, y por el otro, de originar células hijas comprometidas en formar diferentes tipos de células especializadas.

El óvulo fertilizado, llamado zigoto, es una célula totipotente, capaz de dar origen a todo el organismo. Durante las primeras divisiones, el embrión es una esfera compacta  llamada mórula, con todas sus células totipotentes.




A los pocos días se produce la especialización. Se forma un blastocito con una capa superficial, que dará origen al trofoblasto, (del que deriva la placenta), y una cavidad casi “hueca”, rellena de fluido,  en la que está la masa celular interna (m.c.i.).




Las células de esta m.c.i. son pluripotentes, porque aunque por sí solas no pueden dar origen al feto completo (necesitan de la placenta), son el origen de todos los tejidos y tipos celulares del adulto.
Sin embargo, no son células madre dentro del embrión. Estas células cuando se cultivan in vitro bajo ciertas condiciones, se convierten en “inmortales” dotadas de autorrenovación y pluripotencia.  Esto se usa en las investigaciones en clonación terapéutica.

Desde los inicios de la década de 1980, se obtienen células madre embrionarias en ratones. Las células madre o troncales (stem cells) resultantes, son pluripotentes y contribuyen a la línea germinal.


Existen distintos tipos de células madre:

 Células madre germinales: se aíslan de fetos, a partir de la cresta germinal, donde se está produciendo la diferenciación germinal.


Células madre de adulto: La célula madre hematopoyética ,  genera todos los tipos de células sanguíneas y del sistema inmunitario, y reside en la médula ósea,  (en la fase fetal se encuentra en hígado y bazo).


Células madre del sistema nervioso central : pueden generar los tres grandes tipos de células del cerebro adulto: neuronas, astrocitos y oligodendrocitos.


            astrocitos



Células madre mesenquimales  humanas: están en la médula ósea, constituyendo una población totalmente diferente de las células madre hematopoyéticas. Contribuyen a la regeneración de los tejidos mesenquimáticos (hueso, cartílago, músculo, ligamento, tendón, tejido adiposo y estroma). Se han aislado y cultivado estas células mesenquimales humanas, y se ha logrado su diferenciación controlada hasta células con rasgos típicos de osteocitos (óseos), condrocitos (cartílagos) o adipocitos (grasa).




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